Ficha técnica:
Málaga CF: Caballero; Gámez, Angeleri, Sergio Sánchez, Antunes; Eliseu, Tissone (Camacho, m.79), Darder, Portillo; Morales (Fabrice, m. 71) y El Hamdaoui (Samuel, m.81).
Rayo Vallecano: Rubén; Tito, Gálvez, Galeano (Arbilla, m.46), Nacho; Sebastián Fernández (Mojica, m.69), Trashorras, Saúl, Jonathan Vieira; Bueno (Embarba, m.52) y Larrivey.
Goles: 1-0, M.31: El Hamdaoui. 2-0, M.40: Portillo. 3-0, M.48: Eliseu. 4-0, M.61: El Hamdaoui. 5-0, M.66: El Hamdaoui.
Arbitro: Hernández Hernández (Colegio Las Palmas). Mostró tarjeta amarilla a los malaguistas Eliseu (m.46) y Antunes (m. 57), y a los rayistas Galeano (m.07) y Arbilla (m.62).
Incidencias: Partido correspondiente a la cuarta jornada de la Liga BBVA disputado en el estadio La Rosaleda ante unos 28.000 espectadores.
Como salido de una chistera, brillando con luz propia y acaparando todas las miradas, El Hamdaoui se presentó en La Rosaleda para liderar la primera victoria de la «era Schuster», para cautivar a la afición y para espantar cualquier suspicacia sobre su fichaje y sobre este Málaga de los recortes. El holandés internacional con Marruecos fue el héroe del partido, el crack de la jornada y el nuevo ídolo de la afición. Todo eso condensado en 82 minutos de pura fantasía, eficacia y trabajo. Espléndido.
Pocos aficionados podrán olvidar la jornada de ayer en Martiricos. Es de esos días que se te quedan grabado en la memoria. Ver correr y marcar goles a El Hamdaoui fue como visionar un mirlo blanco o un trébol de cuatro hojas. Cosas así pasan, pero hay que vivirlas de cerca para sentir toda su energía.
Visto lo de ayer tarde, el nuevo malaguista podría montar una empresa de celebraciones y festejos sin ningún problema. «Exhibiciones El Hamdaoui SA» podría llamarse. Él puso la alegría a la afición, llevó la felicidad a sus compañeros y transmitió la alentadora sensación de que el Málaga ha hecho bien los deberes en el mercado veraniego.
La puesta en escena del nuevo «7» malaguista fue tan demoledora como excelsa. Impecable en la definición, felino en sus movimientos y solidario en las ayudas. No dejó de correr en todo momento haciendo gala de la reputación que le precedía. «Tiene mucho movimiento», afirmaba Schuster en las distancias cortas. Efectivamente, su movilidad desarboló a la zaga rayista para hacerles un roto de considerables dimensiones.
Hoy muchos niños malagueños acudirán al colegio con la camiseta de El Hamdaoui. O por lo menos imitarán sus movimientos en el patio del colegio e incluso sus celebraciones, que prometen hacerse populares. No por efusivas, pero sí por las repetidas veces que se pueden dar. Desde luego, Mounir cayó de pie en Málaga y se estrenó con un hat trick en su debut en La Rosaleda.
Aún así, el nuevo ídolo malaguista fue la punta de lanza de un equipo revolucionado y por momentos enrabietado. La «manita» que el Málaga le endosó ayer al Rayo fue la mejor demostración de que este equipo irá a por todas y no hará prisioneros. Si en temporadas pasadas veíamos en ciertos momentos de la temporada a los hombres de Pellegrini dosificar, ante la innegable acumulación de partidos, ayer los de Schuster salieron a por todas desde el primer minuto. Todo ello fruto de una presión asfixiante, pero merced a una condición física espectacular. El Málaga iba en la Yamaha de Jorge Lorenzo mientras que el Rayo parecía ir en Vespino. Agresividad en el corte arriba, claridad de ideas y ocasiones por doquier.
A los 5 minutos de juego el Málaga ya había acumulado dos o tres razones serias para hacerse acreedor de los tres puntos. Evidentemente también para haber marcado al menos un tanto. Al equipo de Schuster se le veía serio y bien plantando. El balón no duraba mucho en los pies blanquiazules, pero la rapidez de transiciones era vertiginosa.
Sin embargo, bien por Rubén –muy buenos sus primeros minutos– o bien por la precipitación y el desacierto, el marcador no se movió transcurridos los primeros 25 minutos. Fue entonces cuando el equipo de Paco Jémez comenzó a tomar aire. A dar bocanadas de fútbol hacia la meta de Caballero. Aunque una ocasión de Larrivey y otra de Tito fueron la antesala de la réplica más demoledora que se recuerda en Martiricos.
El festival arrancó en el mismo momento que Antunes subió por vez primera la banda hasta línea de fondo y puso un balón medido a media altura para que El Hamdaoui embolsara el golpeo y marcase el primero de su cuenta con la inestimable ayuda de Rubén. El 1-0 hacía justicia por las ocasiones erradas con anterioridad. Y a partir de entonces, ya no hubo rival.
La presentadora hizo una colaboración en la serie de Telecinco. Cristina Pedroche revolucionó a los vecinos de Mirador de Montepinar en el cameo que protagonizó este lunes en La que se avecina. La presentadora participó en la serie de Telecinco, donde dio vida a Flora, una joven reivindicativa que alquiló una habitación en casa de Berta. Antonio Recio y Amador quedaron entusiasmados ante la llegada de la nueva vecina al edificio y no dejaron de intentar conquistarla demostrando que ellos eran tan 'antisistema' como ella. Flora quedó enamorada de Antonio Recio , a quien admiraba desde que tiró un centollo a Zapatero en capítulos anteriores. El mayorista renunció incluso a sus ideas y se convirtió por un momento en un entusiasta antitaurino, hasta conseguir enamorar a la nueva vecina. Flora y Recio acabaron en la cama, aunque en el último momento la joven descubrió al verdadero Antonio Recio
Comentarios
Publicar un comentario