El empate del Valladolid acorta las distancias con la zona baja en una mala jornada para el Málaga CF donde los rivales directos han sacado botín.
No ha sido una buena jornada para el Málaga CF, aunque podría haber sido peor. La derrota en Vallecas el sábado por la tarde ha venido acompañada de unos pésimos resultados de los rivales directos, en lo que a los intereses malaguistas se refiere. Por todo ello, ahora el descenso está a tiro de un partido, a sólo tres puntos. El conjunto pucelano sigue siendo el que marca la distancia con la zona roja de clasificación aunque en esta ocasión, con un punto menos que cuando comenzó la jornada 23.
Lo que podría haber sido una magnífica jornada para abrir brecha se ha quedado en un paso atrás. A la derrota de los hombres de Schuster hay que sumar el evidente triunfo del Rayo y las victorias de Osasuna, Almería y Espanyol, que han apretado la zona baja, en la que hay hasta nueve equipos en cinco puntos de diferencia.
Además, el conjunto blanquiazul también ha bajado posiciones y ahora ocupa la decimosexta posición en la tabla. Sólo el Granada evita que las miras de los de abajo se centren en el conjunto malaguista.
La mala imagen mostrada por el Málaga ante el Rayo también es un lastre que ha pesado estos días. El equipo de Schuster se encuentra en un punto decisivo de la temporada en el que debe hacer acopio de puntos para no pasar apuros en el futuro. Rivales directos o equipos «accesibles» son los próximos con los que se medirá el Málaga, que mostró mejoría ante el Sevilla pero que el sábado dejó a la vista todas sus carencias.
La próxima visita será de la Real Sociedad ya el lunes 17. Un partido complicado pero que puede volver a ser un punto de inflexión en el conjunto blanquiazul. Además, los donostiarras disputarán este miércoles la vuelta de las semifinales de la Copa del Rey, por lo que no comenzarán a preparar el duelo hasta el jueves. Será una semana larga en la que el equipo de Schuster tiene mucho trabajo por hacer.
Los nuevos, gustan
Las buenas sensaciones en Vallecas volvieron a llegar de la mano de las caras nuevas. Amrabat fue el mejor de un partido para olvidar, pero su segunda parte estuvo cargada de acciones interesantes. Iakovenko también gustó, además de por su gol, por sus movimientos. No así Pablo Pérez, que aún sigue en periodo de adaptación al fútbol europeo.
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