Mañana se cumple el primer aniversario de la dolorosa eliminación del Málaga CF ante el Borussia en tierras germanas – Caballero, Iturra y Darder explican sus recuerdos y sus sensaciones de una noche que ya es parte de la historia del club.
Ni el imperturbable transcurso de todo un año ni la montaña rusa de sensaciones vividas este curso ni las caras nuevas llegadas el pasado verano ni tampoco la simple evolución del calendario futbolístico. Nada ni nadie ha podido cerrar la herida de Dortmund en el malaguismo y los sentimientos siguen asaltando a la afición como una luz de emergencia cuando se nombra a alguno de los «secuaces» de aquella noche fatídica en el Westfalenstadion, donde el fútbol y la UEFA se cobraron a una víctima que aún sufre los coletazos de tan duro golpe.
Mañana se cumple un año del robo en tierras germanas. Este 9 de abril se llora el primer aniversario de lo que pudo ser y no fue. Las lágrimas, aunque secas, no han sido borradas en una afición que ni olvida ni perdona. En uno de los fallos arbitrales más clamorosos de los últimos tiempos en la Liga de Campeones, el conjunto entonces dirigido por Manuel Pellegrini fue apeado de las semifinales cuando ya garabateaba en su imaginación un rival en la siguiente ronda. Fue en cuatro duros minutos, lo que duró la prolongación. Lo que tardó Reus y Santana –en un clarísimo y flagrante fuera de juego– en darle la vuelta al 1-2 que campeaba en el marcador cuando el tiempo oficial ya se había cumplido.
La historia de la película ya la conocen y no hace falta rememorarla. Pero hoy, para algunos, mucha de la rabia contenida se ha transformado en orgullo. El tiempo pone a cada uno en su sitio y de aquel bonito sueño que fue llegar hasta cuartos sólo quedan los recuerdos. Willy Caballero, uno de los héroes malaguistas que vivió en primera persona el atraco en Dortmund así lo siente. «Recuerdos tengo miles. Pero sin duda fue un golpe duro haber perdido algo tan bonito como podría haber sido para nosotros y para el club. Pero a la vez yo lo disfruté mucho. Disfruté mucho haber jugado esos partidos contra esos nombres y esos equipos. Y la verdad que a pesar de lo que nos dolió, es algo histórico para mí y para el Málaga. A pesar de lo que duele seguir sintiendo ese gol en el último segundo, creo hay que estar agradecido por haber sentido ese momento histórico», afirma.
Otro de los jugadores que también estuvo en el Signal Iduna Park de Dortmund fue Manuel Iturra, ahora en las filas del Granada y entonces en la grada del coso germano por sanción. «Tengo un recuerdo bastante amargo porque la clasificación estaba casi lista. Y ya camino del vestuario, los que no estábamos convocados nos fuimos abajo cinco o diez minutos antes. Estaba con Weligton y otros compañeros más. Cuando llegamos al vestuario era un velatorio. La verdad es que el de Dortmund es el recuerdo más amargo que tengo del fútbol», afirma el chileno, que asegura guardar rencor desde entonces. «No sé si está cerrada la herida. Pero yo cada vez que alguien se enfrenta contra el Dortmund quiero que le metan mil goles».
Otros han llegado al club en la nueva hornada, con la herida abierta pero con el mismo sentimiento de injusticia que pudo vivir todo el planeta futbolístico. Sergi Darder, uno de los jóvenes que ahora despuntan en el Málaga CF ya estaba en el club cuando todo sucedió. «Lo vi en casa con mi novia. Y ahí pude ver todo lo que pasó. Yo jugaba en el filial, pero creo que este tema está más que hablado, que se vio claro que los árbitros le perjudicaron al Málaga. Es verdad que sí, que fue una acción clarísima. Pero hay que mirar al frente».
De aquel Málaga aún queda mucho en este Málaga un año después. Quizás no las grandes estrellas, ni los focos de toda Europa apuntando, pero sí el espíritu de superación y una afición que sigue siendo de Champions, como aquella noche inolvidable.
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