El conjunto blanquiazul, con Roberto Rosales, tiene tres extracomunitarios en nómina y el panameño puede volver a ser el sacrificado.
La planificación de la próxima temporada apenas ha dado sus primeros esbozos, pero el primer «problema» ya se vislumbra en el horizonte blanquiazul. El fichaje de Roberto Rosales, que aún está a la espera para ser oficial, generaría el primer escollo en la gestión de la plantilla ya que el jugador diestro es venezolano y no tiene pasaporte comunitario. Junto a Weligton –sigue sin obtener la doble nacionalidad– y Roberto Chen –Panamá–, el Málaga completaría el cupo de tres jugadores extracomunitarios justo antes de haber comenzado a bucear en el mercado veraniego.
De sobra es conocido el manejo que la dirección deportiva tiene con el fútbol sudamericano. No son pocos los jugadores argentinos que han recalado en Martiricos en las últimas fechas. Y sin embargo, por el momento no se piensa en cerrar ninguna puerta.
Así, Roberto Chen ha declarado recientemente en una entrevista en su país el deseo de regresar a Málaga y comenzar la pretemporada. Sin embargo, dada su juventud y su plaza de extracomunitario, en el club se plantean una nueva cesión del zaguero. «Tengo muchas ganas de empezar la pretemporada con ellos y de que empiece la próxima Liga», comentaba.
Su salida es la opción más viable si el club decide apostar por un jugador extracomunitario más este mercado invernal. Por el momento, está previsto que complete la primera fase de la pretemporada, al igual que Bobley Anderson. El nuevo entrenador tendrá un papel decisivo en la continuidad de estos jóvenes jugadores que no han tenido oportunidades ni tampoco se han adaptado.
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