(1-0) El Málaga CF logra un importante triunfo por la mínima ante un Valencia plagado de estrellas, pero poco conjuntado, que acabó con 10 tras la expulsión de Cancelo – Samu Castillejo dio la victoria y se estrena como goleador en Liga – Los blanquiazules vuelven a ganar tras cuatro partidos
Picados en el orgullo tras la dolorosa eliminación copera, el Málaga se desquitó ayer con un triunfo balsámico y de prestigio frente a un Valencia que llegaba al alza a La Rosaleda y con una constelación de estrellas en su equipo que intimidaba hasta el más pintado. Pero la sangre y la raza blanquiazul ayer si brotaron y un equipazo como el Valencia pagó los platos rotos de lo ocurrido el pasado jueves en San Mamés.
Un solitario gol de Samu Castillejo en la primera mitad sirvió para que el Málaga estrene su casillero de victorias en el 2015 y se coloque otra vez a tres puntos de Europa. El equipo de Martiricos se dio el gusto de bailar al millonario equipo de Peter Lin y se autoinsufló una borrachera de autoestima de cara al último tramo de competición, tan necesario después de la decepción copera.
Menos mal que el Málaga no se contagió del ambiente enrarecido de ayer en Martiricos. Ni Malaka Hinchas ni Frente Bokerón comparecieron durante la primera mitad en medida de protesta por el agravio con el Málaga por los horarios. Tras un arranque de dominio visitante, pronto el Málaga demostró que si el Valencia quería sacar algo positivo de La Rosaleda iba a tener que sudar más que sangre.
Intenso, duro y sin fisuras en defensa. Rápido, práctico e incisivo en ataque. Así empezaron a caer una a una las ocasiones del bando blanquiazul. Darder primero y Boka, después, lo intentaron con sendos disparos desde la frontal. Y tanto va el cántaro a la fuente que siempre acaba por romperse. Una jugada de tiralíneas malaguista acabó en los pies de Samuel, que la puso a la cabeza de su tocayo Castillejo para que éste la peinase de cabeza a gol.
Primer tanto oficial del canterano con el Málaga y se quita una losa muy pesada que no hacía más que crecer y crecer conforme su racha sin marcar se incrementaba. Seguro que a partir de ahora el de La Luz vuelve por sus fueros.
El Valencia de los millones asiáticos, ése que pretende ser alternativa de Real Madrid, Barça y Atlético, no apareció más en los primeros 45 minutos. Mucha calidad sobre el césped, eso sí, pero desbordada por la intensidad local en cada ocasión que intentaban generar juego.
Pudo y debió sentenciar el Málaga antes del descanso, pero Javi Guerra, muy activo y productivo en ataque, no acertó en un mano a mano con Diego Alves. El veleño erró en lo que es superlativo: la definición de cara a puerta.
Pero lejos de amedrentarse ante un rival por presupuesto y nombres superior, el Málaga volvió a salir con la misma chispa tras el descanso. Buscó al Valencia en campo contrario, que seguía sin ideas y grogui.
Darder tuvo otra vez la sentencia pero el «parapenaltis» Alves volvió a adivinar la intención del balear en un mano a mano... El Málaga perdonaba y el Valencia, con la simple inercia de los de Gracia en retroceder unos metros, creció en el partido.
Pero la expulsión de Cancelo por doble amarilla facilitó las cosas al Málaga. Nuno cambió el sistema a la desesperada con una defensa de tres y el partido se convirtió en un correcalles, donde el gol de la sentencia o el del empate eran igual de factibles.
El Málaga aguantó el último arreón che y consiguió defender a capa y espada tres puntos merecidos, peleados y brillantes a partes iguales.
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