El primogénito de los hijos de Abdullah Bin Nasser Al-Thani es desde este miércoles, a sus 24 años, el vicepresidente ejecutivo de un club que hace prácticamente un lustro adquirió su padre por expresa recomendación suya.
Nasser Bin Abdullah Al-Thani, a sus 24 años de edad, es desde ayer el único vicepresidente del club que hace prácticamente un lustro adquirió su padre por recomendación suya. El Málaga CF es una de sus grandes pasiones, junto a los «coches tuneados de alta gama» y «juguetes a motor con los que suele experimentar a diario», según varias fuentes del entorno del jeque.
El primogénito y heredero natural del imperio comandado por el jeque Abdullah Bin Nasser Al-Thani, tímido y sin dominar bien el inglés, ya tenía «bastante notoriedad» en las negociaciones internas de la entidad, aunque ahora tendrá el poder absoluto, a instancias de las decisiones que se tomen desde su país de origen.
En su entorno apuntan que durante los dos últimos meses casi se ha convertido en pieza clave en las negociaciones sobre La Academia con las distintas administraciones. Asimismo argumentan que las mismas las ha comandado en compañía de uno de sus hermanos, el tercero de los hijos del jeque, Nayef, de 18 años «recién cumplidos» y que ayer, a través de Twitter, reseñaba su regreso a Málaga tras una breve estancia fuera de la Costa del Sol.
Así justificaban las palabras del propio Nasser que el Málaga CF divulgó por la tarde en una nota de prensa: «Quiero transmitir tranquilidad a todos nuestros aficionados. El Málaga CF continúa con su actividad con normalidad. Todos seguimos trabajando por el bien de la entidad, con el objetivo de dar continuidad a la estabilidad que el club está alcanzando durante estos últimos años».
Nasser no sólo es bien conocido en Catar, sino que su nombre también salió a la luz en Londres, hace ahora dos veranos. El «joven millonario», como fue presentado en sociedad por la prensa británica, circulaba con un Lamborghini Aventador «sin la matrícula delantera». Pero además resultó que el vástago de Al-Thani no poseía en ese momento seguro. Al instante fue confiscado el coche y una normativa vigente desde 2011 obligaba a enviarlo a la chatarra.
No obstante, las autoridades policiales se toparon con la difícil tesitura de tener que aplicar tal normativa a un vehículo cuyo precio de mercado ascendía a 366.000 euros. Como se añadía ayer desde el entorno del propio club malaguista, el joven se ha formado durante años en «gestión de empresas, ejerciendo con negocios vinculados al motor». Por ejemplo, ya sabe lo que es guiar una «multinacional de tuneado de vehículos de altísima gama».
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