La LFP anunciará a los clubes de Primera el coste máximo que puede tener su plantilla para la siguiente temporada.
La entidad blanquiazul teme que se vean reducido los 27,5 millones actuales.
El Málaga CF conocerá a lo largo de esta semana el tope salarial que le impone la Liga de Fútbol Profesional (LFP) de cara a la próxima temporada. Un límite que la entidad de Martiricos teme que se vea reducido aún más de los 27,5 millones de euros establecidos para el curso pasado.
Así las cosas, la patronal del fútbol español tiene previsto ponerse en contacto con todos los clubes de Primera División en los próximos días para anunciarles el tope salarial con el que contarán en la 15/16, o lo que es lo mismo, el control financiero para que los clubes no se salgan del camino económico marcado para su viabilidad.
La entidad de Martiricos, con el mercado veraniego a las puertas, conocerá su tope salarial, que se estipula codo a codo entre la LFP y el Consejo Superior de Deportes (CSD). Este límite salarial, que se comenzó a aplicar en el fútbol español la pasada campaña, es el dinero que cada club dispone para gastarse en sueldos de su plantilla.
La pasada campaña el Málaga manejaba un tope de 27,5 millones, el décimo de Primera División por entonces que más dinero podía gastar en salarios. Pero tras la marcha de jugadores durante el pasado mercado invernal como Roque Santa Cruz y Antunes, además de otros parámetros que establece la Liga, el club teme que el margen de gastos en sueldos de la plantilla sea más bajo para el curso que viene.
La cifra exacta se sabrá en los próximos días, pero en el club ya se trabaja a día de hoy con la variable de tener que ajustar aún más el presupuesto.
Pero, ¿cómo se calcula el tope salarial de un club? Se trata de la diferencia entre los ingresos que tiene un club, menos sus gastos de estructura –gastos no deportivos como los desplazamientos, seguridad o mantenimiento–. Con estos parámetros se impone un límite que no rebase el 60% de los ingresos para así ajustarse al Fair Play Financiero.
El Málaga ya tuvo que hilar muy fino la temporada pasada para no rebasar esos 27,5 millones, una cifra que estuvo bordeando durante todo el curso y que le impidió una mayor amplitud de movimientos en el mercado invernal –fichó a Filipenko y consiguió la cesión de Javi Guerra para suplir las salidas de Antunes y Roque–.
Por ello, y ante la inminente reducción del límite salarial a la que se va a enfrentar el club, los rectores blanquiazules se verán obligados a reducir costes de plantilla con la venta o cesión de jugadores. Tal y como está el club hoy en día, con el jeque Al-Thani enrocado en no invertir (y sin la venta todavía cerrada a los inversores chinos), el Málaga estará obligado a dejar marchar a algunos de sus pesos pesados para cuadrar cuentas y cumplir con la patronal.
Y es que, el Málaga CF renovó durante el pasado curso a varios de sus puntales como Samu Castillejo, Samu García, Juanmi o Sergi Darder, pero el aumento de sus fichas comenzarán a verse reflejado durante esta campaña, por lo que sólo con los nuevos sueldos de estos jugadores el club sobrepasaría el límite establecido por el control financiero.
Además, en este sentido el Málaga también tiene que tener en cuenta el fichaje de Amrabat, que aunque aún no se ha ejercido el pago al Galatasaray, el club deberá incluir en dicho límite el sueldo íntegro de su jugador franquicia, uno de los mejores pagados de la plantilla malaguista.
La venta cambiaría las cosas. Si finalmente el jeque acepta la oferta del consorcio asiático, la situación del Málaga cambiaría considerablemente. Los chinos estarían dispuesto a introducir una inyección económica para reforzar la plantilla cercana a los 10 millones de euros, por lo que el club vería aumentado dicho tope, tendría más libertad de movimientos en el mercado de fichajes y podría permitirse retener a jugadores que a día de hoy no podría mantener.
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