El madrileño denuncia al club y reclama una indemnización por los daños morales sufridos tras su despido.
El mismo día que se difundió el vídeo de contenido sexual, Víctor Sánchez del Amo fue apartado del club y solo cuatro días después fue destituido como entrenador del Málaga CF. El club malagueño rescindió entonces de forma unilateral el contrato del madrileño sin llegar a un acuerdo económico, tras "los graves daños causados a la institución por los recientes eventos extra-deportivos", señalaba entonces el club.
El litigio por este despido tendrá que resolverse en los tribunales, ya que el técnico reclama 600.000 euros en concepto de indemnización por los daños morales que le ha ocasionado su despido, según adelantó anoche la Cadena Ser. La denuncia de Víctor de Sánchez del Amo se resolverá el próximo 19 de febrero en el Juzgado de lo Social de la Ciudad Justicia, si no hay antes un acuerdo entre ambas partes.
El de Víctor no es el único litigio laboral que tiene abierto el Málaga en los próximos meses. Además del técnico, Caminero y Jofre, antiguos trabajadores de la entidad, también han denunciado al club malagueño, que hace solo unos días llegó a un acuerdo con otro exentrenador, Juan Ramón Muñiz.
"Me despidieron por WhatsApp y no me preguntaron nada" Tras la fulminante decisión del Málaga CF de despedir a su entrenador tras la difusión del vídeo, el exentrenador malaguista ofreció el pasado 15 de enero una rueda de prensa en la que reiteró su agradecimiento a la plantilla y a la afición: "Nos hinchamos a llorar el día que nos despedimos, yo también les quise manifestar que les pedía un favor, que toda esta situación no sirviera para que ellos no se distrajeran, creíamos en ellos, creemos en ellos y van allegar al objetivo de mantenerse en Segunda", declaró.
Menos amable se mostró con la gestión del club y su salida del club, la que calificó de injusta. "El martes a última hora de la tarde, el club a través de su director general, vía WhastApp, me manda un comunicado donde me aparta del equipo para investigar los hechos. Me impiden el acceso a las instalaciones del club y de comunicarme con cualquier trabajador del club, incluso mi propio staff. Ni una pregunta de cómo estoy, como me siento..." .
Una vez conocido el cese, el madrileño le propuso al Málaga CF que le pagara "lo trabajado hasta el día trabajado y me iba, para no complicar nada. La respuesta del club mejor ni la califico", señalaba ese 15 de enero Víctor. Así, al Málaga CF se le abre otro problema en el horizonte con esa querella.
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