El Málaga, tras una magnífica primera parte en la que dominaba al Valladolid (0-1), encajó dos goles de córner idénticos, de cabeza, tras la pasividad defensiva del equipo, y al final logró rescatar un punto con una genialidad de Pawlowski. Era un partido para ganarlo y el Málaga CF estuvo a punto de perderlo. Al final, empate y un puntito. Poco bagaje media hora antes de la conclusión. Gran botín visto lo visto. Fiel, al fin y al cabo, a la famosa «media inglesa». Ganar en casa y empatar fuera. El punto será un puntazo si el Osasuna, próximo rival en La Rosaleda, muerde el polvo, pero un borrón del que nos acordaremos mucho, muchísimo, por lo que sucedió anoche bajo la lluvia en el José Zorrilla. Una pena que el Málaga malgastara una primera parte primorosa en Valladolid. Mandó, tocó y marcó. Su mejores minutos a domicilio. Con descaro, sin miedo, con laterales profundos y un chicharro de oro de Roque Santa Cruz. «No podemos estar satisfechos del punto», dijo a la conclusión el p
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